Global Chain Disruptions In a Time of Unpardonable Lies

(Vea la versión en español a continuación.)

By Dr CINTLI

Other than toilet paper, the global supply chain disruption that’s been in the news lately has generally failed to materialize, What has materialized is the global supply chain disruption of truth. This development, six years running, is exponentially more disruptive in its damage to the nation’s democratic institutions.

Behind that disruption is the nation’s former president, whose behavior has also emboldened and inspired virtually all the world’s ruthless dictators and aspiring ones, to do the same. Yet, worse than inspiring anti-democratic “strongmen,” he has inspired nearly half a nation to both, accept the normalization of lying with impunity (primarily the GOP and right wing extremists), and to also shamelessly partake in that culture of lying, without repercussion from the US judicial system.

Apparently, there is no system in place in the United States to put a Joseph Goebbels in check, under the guise of upholding democracy and defending the First Amendment. And in the case of the former president, there seems to be no system in place to thwart his anti-democratic behavior (not to mention his anti-science views), as he has a retinue of crooked lawyers, ready to litigate his infinite lies, lies that his minions willingly accept akin to blind cult followers. Additionally, his co-conspirators have also adopted this same litigious strategy with the same intent, and the same result.

The mainstream media had already been jaded by the narcissist failed businessman-turned reality star, who had a penchant for stretching the truth, embellishment and self-aggrandizement. Once he announced that he was running for president, that’s when his lies went from being a self-aggrandizing self-promoter to using all the levers of government to self-enrich himself and his family, to creating a seemingly irreversible fascist movement. He continuously got away with his daily lying without repercussion and we see the result today.

Normally, the issue of his lying would be irrelevant, but what is actually at issue here is what percentage of his followers actually believe in his lies vs. what percentage are partaking in them. More importantly, what percentage of his followers are prepared to take up arms in what appears to already be an inevitable Civil War? Yes, we are at that precipice.

Despite that, the US criminal justice system, the mainstream media and the nation’s body politic, for the most part, appear to be obsessed with gotcha politics in relation to who has been lying and who took part in the Jan. 6 “riot”? Yet they also appear to be timid in coming to a consensus that it indeed was a coup attempt. Unless that is affirmed, the ongoing insurrection will continue to gather steam and those forces, beyond the ex-president, will continue to organize and plot out their violent uprising.

At the moment, with exceptions, both the mainstream media and the US Department of Justice have been treating the Jan. 6 insurrection as but a rally turned riot that got out of control, carried out by overzealous, misguided or manipulated patriotic citizens, as opposed to what it was and continues to be; a [failed] coup attempt, which included disregarding the peoples’ popular will and subverting all the nation’s democratic institutions.

If a large part of the ex-president’s followers are simply being duped, that is actually better than the alternative: that they could care less about the truth, having convinced themselves that their insurrection is about saving what they believe to be their God-inspired and God-given republic. While many were/are religiously motivated, driven by the belief that the United States was created as an eventual heaven on earth, many of his secular followers simply believe it was created for Whites and that it must remain so in the midst of encroaching and encircling uncivilized Black and Brown hordes.

If his followers are being duped, then there’s a chance that they can be convinced about the lies, especially regarding the big one that the 2020 election was stolen, yet at this point, it appears that the nation’s polarization, as manifested in the COVID crisis, tells us that we may have already reached the point of no return.

His followers have apparently adopted a suicide bomber’s mentality, willing to wreak as much violence and bloodshed, while taking their own lives if it becomes necessary. Reaching that mindset requires committing to a cause — including following a delusional madman — as opposed to adhering to the truth or pledging loyalty to a Constitution. In that schema, lying is less than irrelevant.

That explains why Republicans continue to insist that their madman won. Neither election was even close and there is zero evidence to demonstrate otherwise. Whether they actually believe that or not is irrelevant. What it signals is that they are committed to a misogynistic and racial bigot loser who has convinced them that he alone will save their nation.

Roberto Dr. Cintli Rodriguez is an associate professor emeritus at the University of Arizona Mexican American Studies and is the author of several books, including “Our Sacred Maiz is Our Mother” (2014), “Yolqui: A Warrior Summoned from the Spirit World” (2019) and “Writing 50 years Amongst the Gringos,” published recently by Aztlan Libre Press. Email XColumn@gmail.com.

Interrupciones de la cadena global en tiempos de mentiras

Por el Dr. CINTLI

Aparte del papel higiénico, la interrupción de la cadena de suministro global que ha estado en las noticias últimamente generalmente no se ha materializado, pero lo que se ha materializado es la interrupción de la verdad en la cadena de suministro global.

Y este desarrollo, seis años consecutivos, es exponencialmente más perturbador y potencialmente irreversible en su daño a las instituciones democráticas de la nación.

Detrás de esa disrupción está el ex presidente de la nación, cuyo comportamiento también ha envalentonado e inspirado a prácticamente todos los dictadores despiadados y aspirantes a dictadores del mundo a hacer lo mismo. Sin embargo, peor que inspirar imitadores de "hombres fuertes" antidemocráticos, ha inspirado a casi la mitad de una nación a no simplemente aceptar la normalización de la mentira con impunidad (principalmente el Partido Republicano y los extremistas de derecha), sino que esa misma mitad también participe descaradamente en esa cultura de la mentira, sin repercusión del sistema judicial estadounidense.

Aparentemente, no existe un sistema en los Estados Unidos para poner a un Joseph Goebbels bajo el pretexto de defender la democracia y defender la Primera Enmienda de la Constitución. Y en el caso del expresidente, parece que no existe un sistema para frustrar su comportamiento antidemocrático (sin mencionar sus puntos de vista anti científicos). ya que tiene un séquito de abogados corruptos, listos para litigar sus infinitas mentiras, mentiras que sus secuaces aceptan de buen grado similares a los seguidores ciegos de cultos. Además, sus co-conspiradores también han adoptado esta misma estrategia litigiosa con la misma intención y el mismo resultado.

Los principales medios de comunicación ya estaban acostumbrados del narcisista fracasado hombre de negocios convertido en estrella de la realidad, que tenía una inclinación por estirar la verdad, el embellecimiento y el autoengrandecimiento. Una vez que anunció que se estaba postulando para presidente, fue entonces cuando sus mentiras pasó de ser un auto-promotor que se engrandeció a sí mismo a usar todas las palancas del gobierno para enriquecerse a sí mismo y a su familia, a crear un movimiento fascista aparentemente irreversible. Continuamente se salía con la suya con sus mentiras diarias sin repercusión y hoy vemos el resultado.

Normalmente, esto haría que el tema de la mentira sea irrelevante, pero lo que realmente está en juego aquí es qué porcentaje de sus seguidores realmente cree en sus mentiras frente a qué porcentaje participa en ellas. Más importante aún, ¿qué porcentaje de sus seguidores están dispuestos a tomar las armas en lo que parece ser una Guerra Civil inevitable? Sí, estamos en ese precipicio.

A pesar de eso, el sistema de justicia penal de EE. UU., Los principales medios de comunicación y el cuerpo político de la nación, en su mayor parte, parecen estar obsesionados con la política de quién ha estado mintiendo y quién participó en el “motín” del 6 de enero. Sin embargo, también parecen ser tímidos a la hora de llegar a un consenso de que efectivamente fue un intento de golpe de golpe de estado. A menos que se afirme, la insurrección en curso seguirá cobrando fuerza y ​​esas fuerzas, más allá del ex presidente, seguirán organizando y tramando su violento levantamiento.

Por el momento, con excepciones, tanto los principales medios de comunicación como el Departamento de Justicia de los Estados Unidos han tratado la insurrección del 6 de enero como un motín que se salió de control, llevado a cabo por ciudadanos patriotas demasiado entusiastas, descarriados o manipulados, en contraposición a lo que supuso; fue y sigue siendo; un intento de golpe [fallido], que incluyó desconocer la voluntad popular de los pueblos y subvertir todas las instituciones democráticas de la nación.

Si una gran parte de los seguidores del ex presidente simplemente están siendo engañados, en realidad es mejor que la alternativa; que les podría importar menos la verdad, habiéndose convencido a sí mismos de que su insurrección se trata de salvar lo que creen que es su república inspirada y dada por Dios. Si bien muchos fueron o están motivados por la religión, impulsados ​​por la creencia de que Estados Unidos fue creado como un eventual cielo en la tierra, muchos de sus seguidores seculares simplemente creen que fue creado para los blancos y que debe seguir siéndolo en medio de la invasión y el cerco. hordas de Afroamericanos y Razas del sur, incivilizados.

Si sus seguidores están siendo engañados, entonces existe la posibilidad de que puedan estar convencidos de las mentiras, especialmente con respecto a la grande de que se robaron las elecciones de 2020, sin embargo, en este punto, parece que la polarización de la nación, como se manifestó en la crisis de COVID, nos dice que es posible que ya hayamos llegado al punto sin retorno.

Al parecer, sus seguidores han adoptado la mentalidad de un terrorista suicida, dispuestos a desatar tanta violencia y derramamiento de sangre, mientras se quitan su propia vida si es necesario. Alcanzar ese nivel de mentalidad requiere comprometerse con una causa, incluido seguir a un loco delirante, en lugar de adherirse a la verdad o jurar lealtad a una Constitución. En ese esquema, mentir es menos que irrelevante.

Eso explica por qué los republicanos siguen insistiendo en que ganó su loco. Ninguna de las elecciones estuvo cerca y no hay evidencia que demuestre lo contrario. Si realmente creen eso o no es irrelevante. Lo que indica es que están comprometidos con un perdedor fanático misógino y racial que los ha convencido de que solo él salvará a su nación.

Roberto Dr. Cintli Rodríguez es profesor asociado emérito en la Universidad de Arizona y es autor de varios libros, incluido "Yolqui: un guerrero convocado desde el mundo espiritual". También dirige el Raza Killings Database Project: Xcolumn@gmail.com

From The Progressive Populist, February 1, 2022


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