In 1981, I wrote a piece titled: “Who declared war on the word Chicano?” That was in response to the government, the mass media and the corporate world disappearing the word Chicano and Chicana from the US lexicon and replacing it with Hispanic. It was in response to the return of institutionalized racism, self-hate and shame, though identity theft is actually what it was.
After a decade of upheaval, people at the beginning of the 1980s were no longer Raza-Indigenous and they were no longer militant and rebellious and seemingly no longer proud of being Brown. Instead, they were now ahistorical milquetoast “White” Hispanics. At least, that became their imposed government identity.
It is now 2022 and another war has been declared; different, yet similar to the one I wrote about some 40 years ago. This time, it is a war over what we think and how we think and over what can and can’t be taught in public schools. In the Black-White world we live in, it is manifesting as a war against Raza/Indigenous and Ethnic Studies, though opposition to these disciplines, including Black Studies, began as soon as they were created some 52 years ago. Same with Critical Race Theory — the new boogeyman for 2022.
Truthfully, this war began in 1492 and has been unrelenting ever since. Euro or Western society has been obsessed with “Killing the Indian” ever since they set foot on these now stolen lands. Killing the African too. Aside from that small matter of genocide, land theft and slavery, there was always a spiritual project as well, known as “The other Conquest” or what they termed: evangelization. Forced mass conversions.
Ethnic Studies and related disciplines came about primarily because the histories of peoples of color had and have been disappeared, sanitized and whitewashed to the point where teaching their histories, which is part of American history, was considered un-American. In prior centuries, Indigenous histories and belief systems were deemed demonic by superstitious zealots living in the dark ages. Even to this day, in this country, Greco-Roman culture, ideas and thinking are welcomed; Indigenous culture and belief systems, are still demonized.
Something learned in the Raza Studies struggle of the past decade in Arizona was that it wasn’t about banning books or outlawing curriculums, but about the banning of [Indigenous] worldviews. People of color are welcome in this country only if they are subservient and assimilate into the Western culture of capitalism, imperialism and Judeo—Christian beliefs. The largest carceral system in the world - along with law enforcement brutality - exists to ensure this compliance, while carryover medieval religious views continue to enforce that “Other Conquest.”
The reality is that we are on Turtle Island, Cemanahuac, Pacha Mama or Abya Yala, yet the US educational system functions as though the Americas continue to be colonies of Europe. Additionally, the demographic reality of US schools is that in entire districts, in fact, entire states, students of color increasingly constitute the majority. On top of twisted geography, we are now also living apartheid. The minority are telling the majority what and how to think; they are also legislating what is permissible vs impermissible knowledge.
This effort has actually been going on, on this very continent since the 1500s, Whether through the mission system, the “reducciones” (forced conversions), and later, in the northern part of the continent, boarding schools and also, in the United States, Americanization schools. All seemingly had but one goal: to disappear and Kill the Indian. Again, the African too. Actually, stealing the land was also one of the big goals, as well as enslaving and exploiting Indigenous and African peoples.
Of course, this goes contrary to the cute little story about Columbus sailing the ocean blue and coming upon an empty continent, except for “savages” that were waiting to be discovered and saved from the sure hell that awaited them.
Within this context, one could say there are many wars being waged nationwide against Raza/Indigenous/Ethnic Studies. Recently, California banned the teaching of several Indigenous concepts — In Lak’Ech, the Nahui Ollin and Ashé — from their model Ethnic Studies curriculum. Also, a frivolous lawsuit by a fringe group has targeted Lupe Cardona, Theresa Montaño and the Liberated Ethnic Studies Model Curriculum Consortium — who are educational leaders in Ethnic Studies.
It is an outright SLAPsuit, but still has to be fought in the courtroom. SLAPsuits are always baseless, thus have zero merit, designed to intimidate, distract and divert precious time, energy and money away from actual struggles at hand. At hand is combatting educational apartheid where resentful whites are increasingly attempting to force their views upon the increasing majority, fitting perfectly with their white supremacist fear of being “replaced.” Indeed, what is hopefully being replaced are their misogynistic and white supremacist views.
Roberto Dr. Cintli Rodriguez is an associate professor emeritus at the University of Arizona Mexican American Studies and is the author of several books, including “Our Sacred Maiz is Our Mother” (2014), “Yolqui: A Warrior Summoned from the Spirit World” (2019) and “Writing 50 years Amongst the Gringos,” published recently by Aztlan Libre Press. Email XColumn@gmail.com.
En 1981 escribí un artículo titulado: ¿Quién le declaró la guerra a la palabra Chicano? Eso fue en respuesta a que el gobierno, los medios de comunicación y el mundo empresarial desaparecieron la palabra Chicano y Chicana del léxico estadounidense y la reemplazaron con hispano. Fue en respuesta al regreso del racismo institucionalizado, el odio a uno mismo y la vergüenza, aunque el robo de identidad es en realidad lo que era.
Después de una década de agitación, la gente a principios de la década de 1980 ya no era Raza-Indígena y ya no era militante y rebelde y aparentemente ya no estaba orgullosa de ser color de bronce. En cambio, ahora eran unos hispanos “blancos,” dóciles y sin historia. Al menos, esa se convirtió en su identidad de gobierno impuesta.
Ahora es 2022 y se ha declarado otra guerra; diferente, pero similar a la que escribí hace unos 40 años. Esta vez, es una guerra sobre lo que pensamos y cómo pensamos y sobre lo que se puede y no se puede enseñar en las escuelas públicas. En el mundo blanco y negro en el que vivimos, se manifiesta como una guerra contra los estudios de la Raza/Indígenas y étnicos, aunque la oposición a estas disciplinas, incluidos los estudios Afroamericanos, comenzó tan pronto como se crearon hace unos 52 años. Lo mismo con “Critical Race Theory”: el nuevo hombre del saco para 2022.
A decir verdad, esta guerra comenzó en 1492 y ha sido implacable desde entonces. La sociedad europea u occidental ha estado obsesionada con “Matar al indio” desde que pisó estas tierras ahora robadas. Matar al Africano también. Aparte de ese pequeño asunto del genocidio, el robo de tierras y la esclavitud, siempre hubo un proyecto espiritual también, conocido como “La otra Conquista” o lo que ellos denominaron: evangelización. Conversiones de masa forzada.
Los Estudios Étnicos y las disciplinas relacionadas surgieron principalmente porque las historias de los pueblos de color habían desaparecido, se habían desinfectado y blanqueado hasta el punto de que enseñar sus historias, que es parte de la historia estadounidense, se consideraba antiestadounidense. En siglos anteriores, las historias indígenas y sus sistemas de creencias fueron considerados demoníacos por fanáticos supersticiosos que vivían en la Edad Media. Incluso hasta el día de hoy, en este país, la cultura, las ideas y el pensamiento grecorromanos son bienvenidos; La cultura Indígena y los sistemas de creencias todavía se demonizan.
Algo que se aprendió en la lucha de los Estudios de la Raza de la última década en Arizona fue que no se trataba de prohibir libros o prohibir currículos, sino de prohibir las cosmovisiones [Indígenas]. Las personas de color son bienvenidas en este país solo si son serviles y se asimilan a la cultura occidental del capitalismo, el imperialismo y las creencias judeocristianas. El sistema carcelario más grande del mundo, junto con la brutalidad policial, existe para garantizar este cumplimiento, mientras que las opiniones religiosas medievales remanentes continúan imponiendo esa “Otra Conquista”.
La realidad es que estamos en Turtle Island, Cemanahuac, Pacha Mama o Abya Yala, pero el sistema educativo estadounidense funciona como si las Américas siguieran siendo colonias de Europa. Además, la realidad demográfica de las escuelas estadounidenses es que en distritos enteros, de hecho, en estados enteros, los estudiantes de color constituyen cada vez más la mayoría. Además de la geografía retorcida, ahora también vivimos el apartheid. La minoría le está diciendo a la mayoría qué y cómo pensar; también están legislando lo que es permisible frente a conocimiento no permisible.
Este esfuerzo en realidad ha estado ocurriendo, en este mismo continente desde los años 1500, ya sea a través del sistema de misiones, las “reducciones” (conversiones forzadas), y más tarde, en la parte norte del continente, los internados y también, en los Estados Unidos. Estados, escuelas de americanización. Aparentemente, todos tenían un solo objetivo: desaparecer y Matar al Indio. De nuevo, el Africano también. En realidad, robar la tierra también era uno de los grandes objetivos, así como esclavizar y explotar a los pueblos Indígenas y Africanos.
Por supuesto, esto va en contra de la linda pequeña historia de Colón navegando por el océano azul y llegando a un continente vacío, a excepción de los “salvajes” que esperaban ser descubiertos y salvados del infierno seguro que les esperaba.
Dentro de este contexto, se podría decir que hay muchas guerras que se libran a nivel nacional contra los estudios raciales/indígenas/étnicos. Recientemente, California prohibió la enseñanza de varios conceptos Indígenas - In Lak’Ech, Nahui Ollin y Ashé - de su currículo modelo de Estudios Étnicos. Además, una demanda frívola de un grupo marginal ha apuntado a Lupe Cardona, Theresa Montaño y el Consorcio Curricular Modelo de Estudios Étnicos Liberados, quienes son líderes educativos en Estudios Étnicos.
Es un SLAPsuit (falso y abusivo) absoluto, pero aún tiene que pelearse en la sala del tribunal. Los SLAPsuits siempre son infundados, por lo que no tienen ningún mérito, están diseñados para intimidar, distraer y desviar tiempo, energía y dinero valiosos de las luchas reales en cuestión. Se trata de combatir el apartheid educativo donde los blancos resentidos intentan cada vez más imponer sus puntos de vista a la mayoría creciente, lo que encaja perfectamente con su miedo supremacista blanco a ser “reemplazados”. De hecho, lo que se espera que sea reemplazado son sus puntos de vista misóginos y supremacistas blancos.
Roberto Dr. Cintli Rodríguez es profesor asociado emérito en la Universidad de Arizona y es autor de varios libros, incluido “Yolqui: un guerrero convocado desde el mundo espiritual”. También dirige el Raza Killings Database Project: Xcolumn@gmail.com
From The Progressive Populist, December 1, 2022
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