All wars have a moral component to them. They are either justified or unjustified; they are either legal or illegal, though at this stage of humanity, from a moral standpoint, it is very difficult to justify any kind of war.
Having grown up during the Vietnam War and also during the US support for illegal Revolutions and Counter Revolutions in Central America and Africa — primarily during the 1970s-1990s — one got accustomed to hearing apologists and their apologia for those wars, invasions and their financing. This was to be able to install military dictatorships aligned with the United States against the Soviet Union during the Cold War.
A generation later, the justification for the illegal US invasion of Iraq was grotesque, as there was zero rationale, as it was all predicated on outright lies. And yet, it happened anyway because Baby Bush and his war cabinet were determined to have their war. Worse, was seeing Secretary of State Colin Powell use his credibility, as former Chairman of the Joint Chiefs of Staff, to peddle the fiction of Iraq’s possession of Weapons of Mass Destruction. He was so certain. And yet, hundreds of thousands of lives were lost, and all with impunity because all the apologia of Bush’s administration — unquestioned by the mainstream media — sounded so credible. In the aftermath, the administration simply blamed the war on bad intelligence. No harm no foul.
Now, in a scene out of Groundhog Day, US Secretary of Defense, Lloyd Austin has reprised Powell’s role in explaining why cluster munitions have been supplied to Ukraine, despite the fact that 120 countries ban their use. Austin sounds so logical, just like Powell, in explaining how all the other nations are wrong and how the United States is right. When other countries use cluster bombs, it is a war crime .and a threat to the world’s stability. When the United States authorizes their use, in this case, by Ukraine, it is fine because they will be using them simply to defend themselves. And of course, they need them because they have run out of regular munitions. With such logic, any country should be able to use them. In fact, with such logic, they should also be able to resort to torture and also nuclear weapons. Any country that has ever justified war would use the same justification: self-defense.
The truth is, the United States has lost the moral authority in this war, though it is not the country, nor citizens of NATO nations, that are racking up lives and losses in this worldwide conflict.
Most of the world’s nations have been supporting Ukraine, primarily because, despite Russia’s narrative, it is indisputable as to who invaded whom. Russia’s or Putin’s rationale for going to war — disseminated widely — is that NATO has been militarily encircling Russia — now even more so since the beginning of the invasion - and therefore it had no choice but to launch its “special military operation” against the “Nazi-led” Ukrainian regime. It is the “devil made us do it” defense. It was also not a choice because it is an existential war for Russia, ad nauseam. Also, the United States, the motor behind the military support by NATO, has a long history of invading other nations (which is true), therefore, Russia has a right to preemptively defend itself, etc. And also, the United States and NATO are responsible for bringing the world to the brink of nuclear war, because of their failure to negotiate to prevent or end the war. And the reason the world is against the invasion is simply due to US anti-Russian propaganda.
The above Russian narrative is an ideological defense of its invasion, not a moral or legal one.
Despite all this, the use of cluster munitions is clearly indefensible. It is akin to the rationale for the US Guantanamo prison — which was specifically located there to be outside of the jurisdiction of US law. So what gives the US president the idea that sending cluster bombs is legally and morally defensible? American exceptionalism? Oh and the angst in which the president, Austin and other US representatives have displayed in announcing this decision? They are so morally torn, but no worries: unlike Russia, these bombs will of course be utilized responsibly.
Indeed, war is hell and there is no such thing as smart bombs or smart wars, justifiable or not. Ukraine does have a moral case to fight back, but the war now has the feel of nations simply trying out their latest weapons and the defense corporations raking in the profits.
Roberto Dr. Cintli Rodriguez is an associate professor emeritus at the University of Arizona Mexican American Studies and is the author of several books, including “Our Sacred Maiz is Our Mother” (2014), “Yolqui: A Warrior Summoned from the Spirit World” (2019) and “Writing 50 years Amongst the Gringos,” published recently by Aztlan Libre Press. Email XColumn@gmail.com.
Todas las guerras tienen un componente moral. Son justificados o injustificados; son legales o ilegales, aunque en esta etapa de la humanidad, desde el punto de vista moral, es muy difícil justificar cualquier tipo de guerra.
Crecido durante la guerra de Vietnam y también durante el apoyo estadounidense a las revoluciones y contrarrevoluciones ilegales en América Central y África, principalmente durante las décadas de 1970 y 1990, uno se acostumbró a escuchar a los apólogos y sus apologías de esas guerras, invasiones y su financiamiento. Esto fue para poder instalar dictaduras militares alineadas con Estados Unidos contra la Unión Soviética durante la Guerra Fría.
Una generación más tarde, la justificación de la invasión ilegal de Irak por parte de los EE. UU. era grotesca, ya que no había ninguna justificación, ya que todo se basaba en mentiras descaradas. Y, sin embargo, sucedió de todos modos porque Baby Bush y su gabinete de guerra estaban decididos a tener su propia guerra. Peor aún, fue ver al Secretario de Estado Colin Powell usar su credibilidad, como ex Presidente del “Joint Chief of Staff” (Jefe de la Junta de Los Militares del país), para vender la ficción de que Irak posee Armas de Destrucción Masiva. Estaba tan seguro. Y, sin embargo, se perdieron cientos de miles de vidas, y todo con impunidad debido a que toda la apología de la administración Bush, sin ser cuestionada por los principales medios de comunicación, sonaba tan creíble. Posteriormente, la administración simplemente culpó de la guerra a la mala inteligencia. Según ellos, no pasó nada.
Ahora, en una escena del “Groundhog Day”, el secretario de Defensa de EE. UU., Lloyd Austin, ha retomado el papel de Powell al explicar por qué se han suministrado municiones en racimo a Ucrania, a pesar de que 120 países prohíben su uso. Austin suena tan lógico, al igual que Powell, al explicar cómo todas las demás naciones están equivocadas y cómo Estados Unidos tiene razón. Cuando otros países usan bombas de racimo, es un crimen de guerra y una amenaza para la estabilidad del mundo. Cuando Estados Unidos autoriza su uso, en este caso, por parte de Ucrania, está bien porque los estarán usando simplemente para defenderse. Y, por supuesto, los necesitan porque se han quedado sin municiones regulares. Con esa lógica, cualquier país debería poder utilizarlos. De hecho, con esa lógica, también deberían poder recurrir a la tortura y también a las armas nucleares. Cualquier país que alguna vez haya justificado la guerra usaría la misma justificación: la autodefensa.
La verdad es que Estados Unidos ha perdido la autoridad moral en esta guerra, aunque no es el país, ni los ciudadanos de las naciones de la OTAN, los que están acumulando vidas y pérdidas en este conflicto mundial.
La mayoría de las naciones del mundo han estado apoyando a Ucrania, principalmente porque, a pesar de la narrativa de Rusia, es indiscutible quién invadió a quién. La justificación de Rusia o Putin para ir a la guerra, ampliamente difundida, es que la OTAN ha estado cercando militarmente a Rusia, ahora incluso más desde el comienzo de la invasión, y por lo tanto no tuvo más remedio que lanzar su “operación militar especial” contra el régimen ucraniano liderado por los nazis. Es la defensa de “el diablo nos obligó a hacerlo”. Tampoco fue una elección porque es una guerra existencial para Rusia, ad nauseam. Además, Estados Unidos, el motor detrás del apoyo militar de la OTAN, tiene una larga historia de invasión de otras naciones (lo cual es cierto), por lo tanto, Rusia tiene derecho a defenderse preventivamente, etc. Y también, Estados Unidos y la OTAN son responsables de llevar al mundo al borde de la guerra nuclear, debido a su fracaso en negociar para prevenir o terminar la guerra. Y la razón por la que el mundo está en contra de la invasión se debe simplemente a la propaganda antirrusa de Estados Unidos.
La narrativa rusa anterior es una defensa ideológica de su invasión, no moral o legal.
A pesar de todo esto, el uso de municiones en racimo es claramente indefendible. Es similar a la lógica de la prisión estadounidense de Guantánamo, que se ubicó específicamente allí para estar fuera de la jurisdicción de la ley estadounidense. Entonces, ¿qué le da al presidente de los EE. UU. la idea de que enviar bombas de racimo es legal y moralmente defendible? ¿Excepcionalismo americano? Ah, ¿y la angustia que han mostrado el presidente, Austin y otros representantes de los EE. UU. al anunciar esta decisión? Están tan desgarrados moralmente, pero no se preocupen: a diferencia de Rusia, estas bombas, por supuesto, se utilizarán de manera responsable.
De hecho, la guerra es un infierno y no existen las bombas inteligentes o las guerras inteligentes, justificables o no. Ucrania tiene un caso moral para defenderse, pero la guerra ahora tiene la sensación de que las naciones simplemente prueban sus últimas armas y las corporaciones de defensa obtienen ganancias.
Roberto Dr. Cintli Rodríguez es profesor asociado emérito en la Universidad de Arizona y es autor de varios libros, incluido “Yolqui: un guerrero convocado desde el mundo espiritual”. También dirige el Raza Killings Database Project: Xcolumn@gmail.com
From The Progressive Populist, August 15, 2023
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